Desde su nacimiento, Boonsita ha tenido la capacidad de ver el futuro. Sin embargo, cuando lo conoce, de repente puede ver el pasado.
Desde pequeño, Warat ha soñado a menudo con la misma mujer. Alguien que nunca creyó en fantasmas, ha empezado a creer y piensa que es alguien del pasado, del pasado que ha estado oculto bajo la palabra amor.
Warat sufre el dolor de no saber, de anhelar una respuesta. Alguien oculta la verdad y otro intenta descubrirla.